Porque como los cielos nuevos y la nueva
tierra que yo hago permanecerán delante de mí, dice Jehová, así permanecerá
vuestra descendencia y vuestro nombre. Y de mes en mes, y de día de reposo en
día de reposo [sábado], vendrán todos a adorar delante de mí, dijo Jehová.
(Isa. 66: 22, 23).
Al principio, el Padre y el Hijo habían
descansado el sábado después de su obra de creación. Cuando "fueron
acabados los cielos y la tierra, y todo su ornamento" (Gén. 2: 1), el
Creador y todos los seres celestiales se regocijaron en la contemplación de la
gloriosa escena. "Las estrellas todas del alba alababan, y se regocijaban
todos los hijos de Dios" (Job 38: 7). . . Cuando se produzca "la
restauración de todas las cosas, de la cual habló Dios por boca de sus santos
profetas, que ha habido desde la antigüedad", el sábado de la creación, el
día en que Cristo descansó en la tumba de José, será todavía un día de reposo y
regocijo.
El cielo y la tierra se unirán en alabanza mientras que "de día
de reposo en día de reposo [sábado]", las naciones de los salvos adorarán
con gozo a Dios y al Cordero.
Las naciones de los salvos no conocerán
otra ley que la del cielo. Todos constituirán una familia feliz y unida,
ataviada con las vestiduras de alabanza y agradecimiento. Al presenciar la
escena, las estrellas de la mañana cantarán juntas, y los hijos de Dios
clamarán de gozo. . .
"Y de mes en mes, y de día de reposo
en día de reposo [sábado], vendrán todos a adorar delante de mí, dijo
Jehová". "Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne
juntamente la verá". "Jehová el Señor hará brotar justicia y alabanza
delante de todas las naciones". "En aquel día Jehová de los ejércitos
será por corona de gloria y diadema de hermosura al remanente de su
pueblo" (Isa 66: 23; 40: 5; 61: 11; 28: 5).
Maranata: El Señor viene. Pag. 170.