“Y habiendo Dios acabado en el séptimo día su obra, que había hecho, descanso en el séptimo día de toda su obra que había hecho. Y bendijo el séptimo día, y lo santificó; porque en él descansó de toda su obra que Dios creó e hizo”. Génesis 2:2,3.
“En el tiempo del fin, toda institución divina debe ser restaurada. La brecha hecha en la Ley cuando el sábado fue cambiado por el hombre debe ser restaurada”. PR. 646, 647.
“Y los tuyos edificaran las ruinas antiguas; los cimientos de generación y generación levantaran, y serás llamado reparador de portillos, restaurador de calzadas para habitar”. Isaías 58:12.
“El Sábado y la familia fueron, juntamente, instituidos en el Edén, y en el propósito de Dios se hallan indisolublemente ligados uno al otro” C.N, 535.
El sábado es un broche de oro que une a Dios y su pueblo. Pero el mandamiento del sábado ha sido violado. El día santo de Dios ha sido profanado. El sábado ha sido sacado de su lugar por el hombre de pecado, y se ha ensalzado en su lugar un día de trabajo común. Se ha hecho una brecha en la ley, y esta brecha ha de ser reparada. El sábado debe ser ensalzado a la posición que merece como día de reposo de Dios”. 3 JT, 18,19.
“La cuestión del Sábado será el punto de controversia en el Gran conflicto final en que el mundo entero ha de verse envuelto. ...
“Dios nos ha llamado a enarbolar el estandarte de su sábado pisoteado. ¡Cuán importante es, pues, que nuestro ejemplo sea correcto en la observancia del sábado!”. 3JT. 18, 19.
LA SANTIFICACIÓN DEL SÁBADO DURANTE LA SEMANA
“Acuérdate del día de Sábado para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás todas tus obras”. Ex. 20:8,9.La palabra “Acuérdate”, está colocada en el mismo principio del cuarto mandamiento. Padres, necesitáis recordar vosotros mismos el día Sábado para guardarlo santamente. Y si hacéis esto, estáis dando la debida instrucción a vuestros hijos. Ellos reverenciarán el santo día del Dios.” C.N, 499.
“Al mismo principio del cuarto mandamiento el Señor dijo: “Acordarte has”. Sabía que en la multitud de cuidados y perplejidades el hombre se vería tentado a excusarse de satisfacer todo lo requerido por la ley, o se olvidaría de su importancia sagrada. Por lo tanto dijo: “Acuérdate del día de Sábado, para santificarlo”. Ex. 20:8
“Durante toda la semana, debemos recordar el sábado y hacer preparativos para guardarlo según el mandamiento. No sólo debemos observar el sábado en forma legal. Debemos comprender su importancia espiritual sobre todas las acciones de nuestra vida”. 3 JT, 20.
“En todo lo que pertenece al éxito de la obra de Dios, las primeras victorias se han de ganar en el hogar. Allí debe empezar la preparación para el sábado. Recuerden los padres durante toda la semana que su hogar ha de ser una escuela en la cual sus hijos se prepararán para los atrios celestiales. Sean correctas sus palabras. No escapen de sus labios expresiones que sus hijos no debieran oír. Mantengan su espíritu libre de irritación. Padres, vivid durante la semana como a la vista de un Dios santo, que os ha dado hijos para que los preparéis para él. Educad así la pequeña iglesia que hay en vuestro hogar, a fin de que el sábado todos puedan estar preparados para adorar en el santuario del Señor”. 3 JT, 21.
“Durante la semana nuestras energías no se agotarán de tal manera en el trabajo temporal que, en el día en que el Señor descansó y fue refrigerado, estemos demasiado cansados para dedicarnos a su servicio”. 3 JT, 21.
“Durante la semana, tendremos el cuidado de no agotar las energías con el trabajo físico al punto de, en el día en que el Señor reposó y descansó, estemos demasiado cansados para tomar parte en su adoración. Cuando nos incapacitamos para adorarlo en su santo día, estamos robando a Dios“. C.N, 502.
“Si deseamos la bendición prometida a los obedientes, debemos observar el sábado más estrictamente. Temo que con frecuencia hagamos en ese día viajes que podrían evitarse. De acuerdo con lo que el Señor me ha comunicado acerca de la observancia del sábado, debemos ser más cuidadosos en cuanto a viajar en los barcos o coches en ese día. En este asunto, debemos dar el debido ejemplo a nuestros niños y jóvenes. A fin de alcanzar las iglesias que necesitan nuestra ayuda y darles el mensaje que Dios desea que oigan, puede sernos necesario viajar en sábado; pero hasta donde podamos debemos conseguir nuestros pasajes y hacer todos los arreglos necesarios en algún otro día. Cuando emprendemos un viaje, debemos hacer todo esfuerzo para evitar que nuestra llegada a destino sea en sábado”. 3 JT, 26.
“Acordémonos que somos peregrinos y extranjeros en esta tierra, en busca de una tierra mejor, la que está en el cielo. Aquellos que se unan con el Señor en un pacto de servicio, se encuentran bajo una obligación de cooperar con El en la obra de salvar almas...
Que los miembros de la iglesia cumplan fielmente durante la semana su parte, y narren el Sábado sus experiencias” O.E, 199.
“Cuando el Sábado es recordado de esta manera, las cosas temporales no influirán sobre el ejercicio espiritual al punto de perjudicarlo. Ningún trabajo relacionado con los seis días de trabajo será dejado para el Sábado”. C.N, 500.
“Durante seis días la nube cubrió el monte como una demostración de la presencia especial de Dios; sin embargo, no dio ninguna revelación de sí mismo ni comunicación de su voluntad. Durante ese tiempo Moisés permaneció en espera de que se le llamara a presentarse en la cámara de la presencia del Altísimo. Se le había ordenado: "Sube a mí al monte, y espera allá." Y aunque en esto se probaban su paciencia y su obediencia, no se cansó de esperar ni abandonó su puesto. Este plazo de espera fue para él un tiempo de preparación, de íntimo examen de conciencia. Aun este favorecido siervo de Dios no podía acercarse inmediatamente a la presencia divina ni soportar la manifestación de su gloria. Hubo de emplear seis días de constante dedicación a Dios mediante el examen de su corazón, la meditación y la oración, antes de estar preparado para comunicarse directamente con su Hacedor. El séptimo día, que era sábado, Moisés fue llamado a la nube”.P.P, 323.
VIERNES DIA DE PREPARACIÓN
Viernes, 21-02-1896. “Hoy es día de preparación. Queremos llegar al Sábado con el trabajo listo a su debido tiempo, y no atrasados hasta después del Sábado. Necesitamos comenzar por la mañana y mirar cada pieza de ropa, en el caso de haber negligenciado esto durante la semana, para que nuestro vestuario esté correcto y en orden, y decente para presentarnos en el lugar donde el pueblo de Dios se reúne para adorarlo. De ser posible, se debe evitar entrar en nuevas preocupaciones, y esforzarse para terminar las que hemos comenzados y que todavía no terminamos. Preparemos todos los asuntos demosticos, para que estemos libres de ansiedad, y con la mente preparada para descansar y meditar en las cosas celestes”. MM65, 147.“Aunque deben hacerse preparativos para el sábado durante toda la semana, el viernes es un día especial de preparación. Por medio de Moisés, el Señor dijo a los hijos de Israel: "Mañana es el santo sábado, el reposo de Jehová: lo que hubierais de cocer, cocedlo hoy, y lo que hubierais de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana...
“Estas indicaciones de los labios de Jehová son para nuestra instrucción...
“Termínense el viernes los preparativos para el sábado. Cuidad de que toda la ropa esté lista y que se haya cocinado todo lo que debe cocinarse, que se hayan lustrado los zapatos y tomado los baños. Es posible lograr esto. Si lo establecéis como regla, podéis hacerlo. El sábado no debe destinarse a reparar ropas, a cocinar alimentos, a los placeres, o a otra ocupación mundanal. Antes de que se ponga el sol, debe ponerse a un lado todo trabajo secular, y guardarse fuera de la vista todos los periódicos de ese carácter. Padres, explicad a vuestros hijos lo que hacéis y os proponéis, y dejadlos participar en vuestra preparación para guardar el sábado según el mandamiento”. 3 JT, 22.
“En muchas familias (en el Sábado) las botas y zapatos son lustrados, y se hacen pequeños arreglos, y todo eso porque esas pequeñeces no fueron hechas en el viernes. Se olvidaron de la orden: “Acuérdate del Sábado para santificarlo”. C.N, 499.
“La violación del cuarto mandamiento no se restringe a la preparación de alimentos. Muchos, negligentemente lustran las botas y se afeitan después del inicio del Sábado. No debe ser así. Si alguno dejó de efectuar tales deberes durante la semana, manifieste respeto suficiente por las horas santas de Dios no afeitándose ni lustrando los zapatos hasta después del Sábado. Esto puede ayudarles la memoria y hacerlos más diligentes en la ejecución de sus propios trabajos durante los próximos seis días”. Rev. Ob. Verdade, jan/Fev.89.
“Debemos cuidar celosamente las extremidades del sábado. Recordemos que cada momento es tiempo santo y consagrado. Siempre que se pueda los patrones deben dejar en libertad a sus obreros desde el viernes al medio día hasta el principio del sábado. Dadles tiempo para la preparación, a fin de que puedan dar la bienvenida al día del Señor con espíritu tranquilo. Una conducta tal no os infligirá pérdidas, ni aun en las cosas temporales”. 3 JT, 22.
“Debe prestarse atención a la vestimenta de los hijos durante el viernes. Durante la semana, todo esto debiera haber sido arreglado por las propias manos de ellos bajo la dirección de la madre, de modo que pudieran vestirse quedamente, sin ninguna confusión ni apresuramiento, ni órdenes precipitadas” C.N, 501.
Hay otra obra que debe recibir atención en el día de preparación. En ese día deben ponerse a un lado todas las divergencias entre hermanos, ora sea en la familia o en la iglesia”. 3 JT, 22.
“El viernes es el día de preparación. Entonces puede dedicarse tiempo a los preparativos necesarios para el sábado, y a pensar y conversar acerca de ello. Nada de lo que a los ojos del cielo será considerado como violación del santo sábado debe dejarse para ser dicho o hecho en sábado”. 1 JT, 287.
“Pero Dios no consulta nuestra conveniencia en cuanto a sus mandamientos. Espera de nosotros que los obedezcamos, y que así enseñemos a nuestros hijos...
No hemos de seguir nuestra propia voluntad y juicio, e imaginarnos que Dios cumplirá nuestras condiciones. Dios prueba nuestra fe al darnos una parte que desempeñar en relación con su intervención en nuestro favor. Sus promesas se cumplirán para los que cumplan las condiciones; pero todos los que se atrevan a desviarse de sus instrucciones, para seguir un camino de su propia elección, perecerán con los impíos cuando sus juicios caigan sobre la tierra”. 2 JT, 182-184.